La historia de WaterWipes: Pensadas realmente en la piel sensible

HISTORIAS DE ÉXITO

Edward McCloskey, un papá preocupado, quería encontrar una toallita para bebés que fuera realmente suave y segura para la delicada piel de su hija recién nacida, quien padecía dermatitis del pañal. Al no encontrar ninguna opción que cumpliera con sus expectativas, decidió crear una solución que cuidara la piel de los más pequeños sin causarles irritaciones. Así empezó la historia de WaterWipes, una marca que hoy es sinónimo de pureza y protección para bebés en todo el mundo.

WaterWipes, las toallitas húmedas más puras del mundo fueron creadas por un gran visionario de la salud de la piel de los bebés pero sobre todo por el lado de un papá preocupado, Edward McCloskey, pensando en que todos los padres necesitaban una solución real, segura y certificada para aquellos que tuvieran bebés con piel muy sensible y la búsqueda de la toallita perfecta existiera.

Como nuevo padre, Edward quería una alternativa segura, natural y suave, lejos de las toallitas comunes llenas de químicos, para su hija que sufría dermatitis del pañal.

El quería algo que fuera tan delicado como algodón y agua, pero igual de práctico

toallita húmeda.

"Cuando nuestra primera hija desarrolló dermatitis del pañal, lo intentamos todo. Después, nos dimos cuenta de que los productos químicos utilizados en las toallitas húmedas para bebés le perjudicaban aún más. Por eso me propuse desarrollar la toallita para bebés más pura del mundo".

Tras una ardua búsqueda, se embarcó en cinco años de investigación para desarrollar un producto que combinara la suavidad del agua con la practicidad de una toallita, utilizando solo agua purificada en siete etapas y una mínima gota de extracto de semilla de pomelo.

El resultado fueron las WaterWipes: las toallitas con solo dos ingredientes, hipoalergénicas y más puras incluso que algodón con agua hervida. Su visión y compromiso con la pureza las convirtieron en sinónimo de cuidado seguro para recién nacidos en más de 50 países, respaldadas por certificaciones médicas y ecológicas, y

respaldadas por un creciente reconocimiento global.

En 1993, fundó Irish Breeze, una empresa dedicada a productos de algodón y cuidado de la piel, que eventualmente compró para seguir creciendo.

"Cuando nuestra primera hija desarrolló dermatitis del pañal, lo intentamos todo. Después, nos dimos cuenta de que los productos químicos utilizados en las toallitas húmedas para bebés le perjudicaban aún más. Por eso me propuse desarrollar la toallita para bebés más pura del mundo".

Tras una ardua búsqueda, se embarcó en cinco años de investigación para desarrollar un producto que combinara la suavidad del agua con la practicidad de una toallita, utilizando solo agua purificada en siete etapas y una mínima gota de extracto de semilla de pomelo.

El resultado fueron las WaterWipes: las toallitas con solo dos ingredientes, hipoalergénicas y más puras incluso que algodón con agua hervida. Su visión y compromiso con la pureza las convirtieron en sinónimo de cuidado seguro para recién nacidos en más de 50 países, respaldadas por certificaciones médicas y ecológicas, y respaldadas por un creciente reconocimiento global.

En 1993, fundó Irish Breeze, una empresa dedicada a productos de algodón y cuidado de la piel, que eventualmente compró para seguir creciendo.

Su fórmula es sencilla pero revolucionaria: solo dos ingredientes — 99.9% agua de alta pureza y una gota de extracto de semilla de toronja - que limpian profundamente sin

dañar la piel ni alterar su microbioma natural.

Libre de fragancias artificiales, alcohol, siliconas y parabenos, WaterWipes está diseñada para cuidar hasta las pieles más sensibles, manteniendo el equilibrio del pH y previniendo irritaciones. WaterWipes no solo limpia, sino que protege y transforma la experiencia de cuidado para los bebés, combinando ciencia e innovación para ofrecer la máxima pureza en cada toallita.