top of page

DEL ABISMO A LA CONFIANZA: Cuando los perros temen al mundo exterior

Hace unos días conocí a un perrito que temía profundamente salir a la calle. Al ponerle el arnés, comenzaba a temblar. Cuando escuchaba el motor de un auto, se paralizaba, se relamía, se sacudía sin cesar, como si todo su cuerpo estuviera intentando escapar de una emoción que no podía procesar. Para él, el mundo exterior era una amenaza constante. Y lo más triste no era su miedo, sino que muchos a su alrededor no lograban comprenderlo. Y es que, desde nuestra lógica humana, si no hay daño visible, si "no pasó nada creemos que el perro debería estar bien.

Pero no siempre entendemos el tormento interno y desamparo que puede sentir un animalito cuando no ha tenido la suerte de ser correctamente socializado, o de haber aprendido a confiar en sí mismo, a resolver situaciones desde la calma. Muchos perros viven batallas silenciosas cada vez que pisan la calle. Y quienes los aman, en reiteradas ocasiones e incluso con las mejores intenciones, no sólo no los ayudan... sino que los corrompen aún más.


Enfrentar los miedos no siempre es la solución. En el caso de los perros, lo que muchas personas consideran "acostumbrarse" o "ver que no pasa nada" puede ser, sin quererlo, una experiencia profundamente traumática.


Cuando un perro siente miedo extremo frente a estímulos como autos, buses, motocicletas o camiones, no lo está interpretando desde una lógica racional. El no piensa: "esto no me hará daño". Su cuerpo reacciona como si su vida estuviera en peligro. Tiembla, se relame, bosteza, se sacude, evita mirar o se queda paralizado. Estos signos no son desobediencia, sino señales de un sistema nervioso saturado.

Poner a un perro directamente al borde de una calle transitada, cuando le teme al tráfico, es como colocarlo al borde de un abismo.


Aunque no lo empujen, él siente que en cualquier momento puede caer. Y si lo obligamos a quedarse ahí, no aprende a superar el miedo; aprende a resignarse o, peor aún, a intensificar esa ansiedad a extremos insospechados.


La exposición directa y forzada no es entrenamiento, es inundación. Y esta técnica, aunque pueda funcionar en humanos en ciertos contextos clínicos, no es aplicable de forma ética ni efectiva en perros con miedo profundo.


Entonces, ¿cómo ayudarlos a superar estos miedos?

La clave está en la desensibilización sistemática, un proceso que respeta los tiempos del perro y su umbral de tolerancia emocional.

Algunos de los fundamentos:

1.⁠ ⁠Identificar el umbral de seguridad:

observar a qué distancia del estímulo (por ejemplo, un auto) el perro aún puede mirar sin entrar en pánico.


2.⁠ ⁠Trabajar desde ahí: reforzar con calma, comida o juegos cada comportamiento

relajado. Nunca avanzar si el perro muestra señales de estrés.


3.⁠ ⁠Sesiones cortas y positivas: 5 a 10 minutos son suficientes. Siempre terminar la sesión antes de que aparezca la ansiedad.


4.⁠ ⁠Evitar rituales previos que generen anticipación negativa: si el perro ya asocia el arnés con salir a un lugar que le asusta, es mejor romper esa cadena. Ponérselo 2 /

2 varias veces al día sin salir, y asociarlo con experiencias neutras o agradables dentro del hogar.


5.⁠ ⁠Proteger su derecho a sentirse seguro: si ese día no está emocionalmente disponible para enfrentar un paseo, no pasa nada. Forzar sólo deja huellas negativas.


Acompañar a un perro en su miedo no es enseñarle que nada pasa. Es mostrarle, con paciencia y amor, que todo puede estar bien.


El objetivo no es que enfrente el miedo con valentía forzada, sino que recupere la confianza, a su ritmo, con nuestra guía.


Porque el paseo no debería ser una prueba de coraje, debería ser un camino tranquilo, donde el perro sienta que, pase lo que pase, no lo van a empujar a ese tan temido abismo.


Y quizás, al ayudar a un perro a confiar de nuevo en el mundo, nos ayude también a cuidar mejor de nosotros mismos, a fortalecer esa capacidad de cuidar de otro con conciencia. Porque educar no es imponer. Es acompañar desde el respeto, incluso en los momentos más difíciles.


Rodrigo Hargreaves A.

Médico Veterinario

Etólogo Canino

@coachrodrigo_h


 
 
 

Comments


  • YouTube
  • Facebook icono social
  • Icono social Instagram
  • Icono social Twitter
bottom of page