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¡Rompe tus miedos a emprender!

EDUCACIÓN FINANCIERA

Por: Berenice Díaz de León


Para saber dar un consejo, tuviste que pasar por algo o ser parte de ello. Es por eso que siempre me pongo de ejemplo. Yo emprendí a los 14 y fui un fiasco. Emprendí a los 28 y al año me sentía la nueva Slim (jajaja). A los 33 me comía el mundo. A los 34 la experiencia me salió cara; sin embargo, mi aprendizaje fue mayor y quise seguir emprendiendo y continuar en este mundo maravilloso en el que estoy, donde hoy con gusto te comparto algo de lo que me funcionó y sigo aplicando.

Si tienes miedo a emprender y vivir de lo que amas, es hora de reconciliarte con tus sueños. Conoce cómo superar esos miedos y avanzar.


Los riesgos son controlables, tenlo presente. En cambio, depender laboralmente de otros significa que no estás en posición de anticiparte a los hechos y tu futuro probablemente será incierto.

Se da por hecho que fundar una nueva empresa implica que vas a ser tu propio jefe, trabajarás con libertad, tomarás tus propias decisiones y, haciendo bien las cosas, prosperarás incluso en momentos de crisis. Esto no es tan fácil. 

Por supuesto, si emprender fuera sencillo, todo el mundo lo haría. No pasa esto en el mundo real, donde quienes se atreven a dar el paso son pocos. Si la idea de un emprendimiento ha estado dándote vueltas en la cabeza y lo has postergado por temor a equivocarte, hoy es un buen día para cambiar de opinión.

Conoce los tipos de miedo que han estado frenando tu idea de negocio y cómo hacerlos a un lado.


Tres tipos de miedo que te impiden crecer:


  1. Miedo a la bancarrota.

    Si el dinero es el problema, re programa tu mente. ¡No necesitas hacer una gran inversión inicial! Existen préstamos, subsidios y exención de impuestos para emprendedores en muchos países de América Latina y el mundo. Basta con tomarte el tiempo para investigar a profundidad todas las opciones. 

    Tampoco hace falta que adquieras una deuda que te robe la paz o te esclavice de por vida; puedes empezar poco a poco y asumir riesgos controlados.


  2. Miedo a no tener los conocimientos necesarios. Si el temor a no ser lo suficientemente inteligente te impide vivir de tu pasión, mira a tu alrededor ¿Acaso todos los grandes visionarios de la historia sobresalieron por sus conocimientos? Es cierto que muchos han sido medidos por su capacidad intelectual, pero también hay quienes lograron triunfar por su creatividad, ingenio o rebeldía. Piensa como emprendedor, no necesitas ocuparte de todo tú solo. Si algo se escapa a tus habilidades, busca un socio o delega responsabilidades. Incluso hay herramientas digitales de gestión y administración que pueden aligerar el proceso por ti. (en mis tiempos esto no existía)


  3. Miedo al fracaso. De una u otra forma, todos los emprendedores le temen al fracaso. Tener que admitir que nos equivocamos y empezar de cero es un miedo legítimo, pero vas a tener que encararlo. Piensa que de los errores se aprende y podrás rectificar la marcha en todo momento. Lo esencial es que, al momento de emprender, estés dispuesto y motivado, seguro de tu idea y bien informado.


Beneficios de ser emprendedor:

La mejor forma de debilitar el miedo es hallando una buena razón para salir de la zona de confort. En este aspecto, conocer los beneficios de ser emprendedor puede suponer la "dosis extra" de valentía que necesitas.


Materializar tus ideas.

Trabajar en lo que te gusta, haciendo que tus ideas cobren vida, te hará sentir empoderado y es muy probable que veas cambios positivos no sólo en tus finanzas, sino también en tus relaciones personales. ¡El mundo cambia cuando eres feliz!


Tus ganancias no tendrán tope.

Si bien al principio es altamente probable que ganes poco, una de las características de emprender es que no habrá un límite para el crecimiento y la expansión de tu empresa.

No tendrás que rendir cuentas a nadie. La autonomía del emprendimiento es, sin dudas, un enorme beneficio. Tendrás que esforzarte y trabajar mucho al comienzo, es cierto, pero los horarios los pondrás tú.


Crecerás profesionalmente.

La experiencia que adquirirás al ser emprendedor te proporcionará conocimientos muy útiles en el futuro.

Planificar y ejecutar tu nueva idea te hará crecer co ges profesional, mejorando tus capacidades

No vale la pena, vale la alegría.

Por supuesto, ser emprendedor también tiene sus desventajas: tendrás que exigirte mucho, ser disciplinado y asumir responsabilidades de las que no tienes que preocuparte si trabajas como asalariado.


Aún así, es un esfuerzo que vale oro, pues las gratificaciones superan el sacrificio. Vivirás el disfrute de llevar satisfacción a la vida de los demás. Despertarás cada día con el único objetivo de hacer realidad tus sueños y apoyar a quien está en busca de los suyos. Eso es parte de mi filosofía.




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